Los Probióticos en las nuevas fórmulas Damira
27 junio 2015Batido de melocotón
30 junio 2015A partir de ahora es recomendable que prestes mucha atención a la hora de elegir tus menús y que procures incluir todos los grupos de alimentos (cereales, frutas, verduras, legumbres, lácteos, carne, y pescados). Es la mejor forma de asegurarte un aporte nutricional y una dieta variada y equilibrada
Cereales
Procura aficionarte a los cereales integrales ya que tienen un contenido de fibra mucho más alto que los refinados. El arroz, la pasta y el pan, mejor si son sin refinar.
Además son fuente de hidratos de carbono de gran calidad y deberías consumirlos diariamente.
Frutas y verduras
Tampoco pueden faltar varias raciones diarias de frutas y verduras, procurando que, por lo menos una de ellas, sea consumida cruda.
Este grupo es rico en vitaminas y minerales, nutrientes de gran importancia durante la gestación ya que el organismo requiere mayores cantidades.
Legumbres
Los garbanzos, las judías, la soja y las lentejas son muy interesantes desde el punto de vista nutricional. Son fuente de proteínas vegetales, ricas en fibra, en minerales (calcio, hierro, magnesio y fósforo) y vitaminas del grupo B.
Tómalas 3 veces por semana y combínalas con otros alimentos más ligeros.
Lácteos
Procura tomar quesos, yogures y leche, preferentemente, bajos en grasa. El calcio es un mineral imprescindible porque contribuye a aumentar la mineralización de los huesos del bebé.
Si el aporte es inferior a las necesidades diarias, tu hijo cubrirá su demanda aprovechándose de tus depósitos óseos. Esta circunstancia favorecería que en el futuro aumenten tus posibilidades de desarrollar osteoporosis.
Carne y pescado
Son fuente de proteínas y tampoco deben faltar en tu menú diario. Puedes ir alternando según tus preferencias. Si tomas carne, evita que tenga grasa y que esté cruda o poco hecha. El pescado también es un alimento proteínico y se digiere mejor que la carne. El azul (salmón, sardina, atún…) es rico en ácidos Omega 3, muy beneficiosos para el organismo y el desarrollo cerebral del feto. No se debe comer crudo.
Recuerda que los requerimientos proteicos durante el embarazo se incrementan debido al mayor volumen sanguíneo materno, al crecimiento de las mamas, del útero y muy especialmente del bebé y de la placenta.
¡No te equivoques!
Evita los embutidos, la bollería, las conservas y el alcohol. Son calorías vacías que ahora no te convienen.
Tampoco te introduzcas en un régimen. Las dietas hipocalóricas no te aseguran los requerimientos nutricionales básicos y podrían perjudicar la salud de tu bebé. Si vas a seguir uno, que esté supervisado por profesionales y que tu médico esté al tanto para poder evaluarlo también.
No tomes medicamentos ni suplementos vitamiínicos que no hayan sido prescritos por tu ginecólogo.
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