Convertirse en padre significa que el día y la noche se unen, el trabajo y la familia requieren de ti y además los dos estáis inmersos en un sinfín de tareas relacionadas con el bebé que suponen de un tiempo extra.
Ahora no se puede parar pero sí se puede disfrutar y mucho. Los tiempos y el ritmo han cambiado y tienes que organizarte de otra forma pero seguro que vas aprendiendo a saber lo que es importante, urgente y lo que puede esperar.
Convertirse en padre es cansado 🙂 así que aprovecha los ratos que el bebé duerme para descansar y estar con tu pareja, seguro que le encanta saber que estás cerca en todos los procesos del postparto. Eres su mejor cómplice y el reto es de ambos así que es importante que te sienta cerca.
Eres un papel clave en todo lo que está sucediendo, así que disfruta de ver cómo va cambiando todo en tu familia.
Es importante marcarle unas rutinas de alimentación, aseo, paseo….Si el peque toma pecho, aprovecha el tiempo de las tomas para adelantar en otras cosas. Si le estáis dando biberón, podrás disfrutar de esos momentos turnando las tomas con tu pareja.
Son momentos para vivirlos, verás que el tiempo pasa muy rápido y el bebé crece cada día un poco. Tu pareja y tu pequeñ@ necesitan de ti, lo mismo que tu necesitas de ell@s.
Ahora todo es posible: tener un día malo o tenerlo bueno, haber descansado o no haberlo hecho. Simplemente actúa con el corazón y si te enfadas piensa que todo es pasajero, que todo pasa y que todo va a mejor. Y haz fotos, muchas fotos, lo que estás viviendo es irrepetible y te encantará verlo y compartirlo con todos.